La tarde estaba siendo muy gratificante, guiños y reconocimiento que de ser tan excasos cobran tal valor. Solo faltaba una cosa dentro de las pequeñas posibilidades que yo misma podía ofrecerme. Entonces, inspirada por un entrañable e influyente personaje, me levantaría y desaparecería por un rato. La tarde estaba siendo muy agradable y ahora me sentaría de nuevo para comentar, que dentro de esos pequeños placeres que yo misma podía ofrecerme, la tarde acabaría siendo perfecta.
El alcohol, las risas, los amigos, y las ferias de pueblo, el día siguiente... no todo es dolor de cabeza. Es difícil trabajar así, es cuando aprovecho para desmenuzar palabras, ideas e imágenes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario