domingo, 4 de noviembre de 2018

un rincón imaginario



Un colchón sobre el suelo de madera, los libros apilados en la repisa del radiador, una lámpara de mesilla, de luz suficiente  como para dejarme llenar papeles blancos de notas y dibujos. También en el suelo, por allí cerca, a pie del colchón, el ordenador se encarga de reproducir una música tranquilona de fondo. Sin destacar, acompañando.
Aun me queda por imaginar el rincón desde el que tú, sentado en mi sillón azul favorito, abandonas tu lectura para observarme y saborear la calma.

Ingredientes:

Un pisito pequeño con suelo de madera.
Un colchón. 
Una lamparita pequeña
Papel y la inspiración que produce este rincón.
Un sillón azul que se convierta en mi favorito.
Admiración y ternura.


martes, 21 de noviembre de 2017

un bonito recuerdo

Hice bien porque era lo que necesitaba. El runrun en la cabeza me pedía buscarlo, también me lo pedía el nudo en la garganta, la bola en el estómago, la cara y los ojos hinchados. 

Me quedé tan satisfecha... No sé aún que es todo esto, qué necesito de él, o cuánto más aguantará ésta especie de farsa, pero me quedé tan satisfecha...

Leí lo que quería leer, leí que sigue ahí, leí que todo está bien. 

Volví a trasladarme a la habitación de luz calida y color anaranjado, creo que todas las habitaciones donde hay dos y cariño, tienen un color melocotón, cálido y muy agradable, supongo que es una trampa. No duraría. Debe ser que cuando hay dos personas que se gustan, se produce la luz justa que coloca, el colocón justo para caer sin adivinar la trampa, sin presagiar el desastre, el drama posterior. Volví a esa habitación de nuevo, e intenté recordar los detalles y todo seguía allí tal como lo dejamos. Las caricias eternas de manos, el beso apretado en mitad de los otros, las pocas palabras pero contundentes... 

Hoy he vuelto de nuevo a esa habitación, no es la misma, es aun más calida. Es de nuevo esa calidez pesada de cada uno de mis fracasos. Sólo soy "un bonito recuerdo" que podría estar apilado sobre o bajo otros iguales.

Yo que a veces creo estar tan segura de no necesitarte, contaría hoy tus marcas una por una y vuelvo a morir por un beso apretado.

lunes, 21 de noviembre de 2016

ódiame

Ahora quiero que me odies. Sería así como estaría más cerca del amor si es que una vez hubo. Siempre nos tuvimos de una forma muy descafeinada y es por eso que las ganas se fueron apagando como si nunca hubieramos existido.

Ahora quiero que me odies, porque yo no puedo hacerlo, y me encantaría, pero la intención es lo que cuenta.

martes, 8 de marzo de 2016

Símbolos insustanciales.

¿Los símbolos significan cambios? No necesariamente. Los símbolos no son soluciones, son sólo un detalle. Son un quiero pero no me pongo. A veces, ni una mísera reivindicación, más bien un acto político, un entretener al pueblo y poca más sustancia. Hay que cambiar mentalidades. Ya... Demasiado fácil decirlo. Este segundo trabajo, mucho más complicado y profundo, comienza por analizar muchos comportamientos, por desgracia naturalizados, y salirse un poquito de lo establecido por cojones desde hace tropecientos años. El fracaso y la vergüenza como ser humano aumenta casi más cuando se manipula y/o malentiende el tema según conveniencia por gente retorcida y mala. Es agotador que ante un comportamiento feo se te haga sentir que entras continuamente en lucha de sexo, y sólo eres una tía intentando ser reconocida como persona con pies, manos, cerebro e individualidad, chocando continuamente contra la base "científica" del "es que siempre ha sido así y, aunque suene muy bonito, no lo vas a cambiar tú". Los tiempos cambian queridas, queridos, porque un día a un mono le dió por bajar del árbol, a pesar de que al mono vecino le pareciera fatal y muriera en el árbol.
Los símbolos y actos simbólicos a los que tanto bombo se dan en días como este (día de la mujer trabajadora), son una simple superficialidad que no llega a absolutamente nada. Cuénteme, señora, de qué sirve que se ponga una camiseta rosa para ir a la plaza del pueblo con sus amigas a pasar un buen rato entre miles de mujeres, si cuando vuelva a su casa, le va a preguntar a su hijo que qué tal cocina su novia nueva, si le va a contar a su vecina que la hija de la Mari ya lleva tres novios la 'muy fresca', y que "estás más guapa y más femenina con tacones, escote y los labios pintados". Porque esa es cuestión añadida, la "femineidad"entendida como la mujer "arreglada". Un simple género, señoras y señores, no hay más. Inteligencia y gilipollez vino repartido equitativamente y al azar.

Un último mensaje, querámonos, que en éstas fecha de celebración, reflexión o reclamación de derechos, me da la sensación de que odio es lo más que se respira.

lunes, 29 de febrero de 2016

Cuánta falta

Cuánta falta, así en general.
Cuánta falta de afecto, cuánta falta de miradas, cuánta falta de valor, cuánta de azúcar del que no sé come, o bueno, si.
Cuánta falta por tu parte de mi recuerdo, cuanta falta de estima o cuánta falta de justicia tienen los sentimientos, que tienden siempre a no ser correspondidos.
Cuanta falta de todo y de nada al mismo tiempo,
cuánta falta de todo de ti,
y cuánto demás tuyo tengo en el cuerpo.

martes, 15 de diciembre de 2015

febr- dic 2015

 Lo que te hace el sonido de una guitarra flamenca, no te lo hacen las personas. Otra vez ese viento. Y o no te trae hasta mi o te ha llevado más lejos. Me voy a hacer un batido de chocolate con me cago en la puta. Algo no funciona cuando el mejor momento del día es cuando acaba. Toda la vida dejando la puerta abierta, y lo único que ocurre es que se escapan los suspiros. Y entra frío. Que llueva o que no, algunos tienen igualmente moho por dentro. El ego hinchable siempre trae varios agujeros por defecto. Cuidaino, las flores del culo también se marchitan. Menos mal que algunos, torpemente, escupen para arriba, y queridas, hacedme caso, sólo hay que esperar y ver como lo que sube baja. Chs, chs, los que vivís felices: no será muy buena una dieta basada en la perdiz. Y un coñazo. Ay, si mis sábanas te contasen... Que no soy yo, que eres tú, que parece que estás esperando un ciñazo en la cara de reproches, en vez de un ciñazo de bragas. Qué abrazo. Un máquina. (De haber leído por ahí "Qué máquina. Un abrazo", y de necesitar lo invertido). Y que nuestro tamaño se determine por los ojos del otro... Cenicienta, ese es tonto, tírale el tacón a la cabeza, y las niñas del mundo que abran los ojos. Feliz día del beso dirá el viento, que los perdió en el camino. Vengo del futuro, allí no había nadie. ¿Para qué nos sirve saber la teoría que nos proporciona la experiencia, si en la práctica sobrevivimos gracias al autoengaño? ¿Pero quién me creo que eres? Odio los ruidos que entran por el balcón,pero lo que realmente me desvela es tu silencio. Tú lucha un poquito por lo que deseas, que ya vendrán tus inseguridades a tirarlo todo a tomar por culo. Con la edad, una se da cuenta de que se puede ser igual de tonta siempre. El gran éxito del fracaso es la naturalidad y sutileza con la que una la caga. Aun no encajas. Vuelves al invierno, sólo te ves en un laberinto nocturno, y los abrazos parecen caducar antes de darse.
En el árbol, con pena tu nombre escribí Luego besos le daba y al rato con rabia escupí. Cosas que me hacen levantarme con ilusión cada mañana: tú no. Y están quienes te dejan huella de pisada en el estómago.
Me recuerdas demasiado a la soledad.

martes, 24 de febrero de 2015

cortos nov-feb

Morir sería más placentero que este morir de aburrimiento.

En muchos casos, la razón no es más que una estafa para el corazón.

¿está anocheciendo o es una amenaza?

Dejo a la vista los besos, a pretensiones de robo, en un barrio sin peligro.

 ¿Y tú? Eres más coñazo que un domingo sola.

La margarita histérica, con su polen ensangrentao, y calva de pétalos de aguantar gilipolleces.

 Los tobillos meaos, los mocos negros y el alma ensanchá.

 Uno debe perderse en los espacios más pequeños, en las distancias más cortas. En una mirada y en una boca.

Hay un hueco queriendo llamarse abrazo.

Te colaste demasiado dentro. Te has quedado demasiado tiempo.

 Te dejo sitio en mi columpio.

¿La luna? Un desperdicio.

Venga guapo, que llegamos tarde a nuestra vida en común.

Tienes un tick nervioso en el pezón que algunos llaman corazón.

 Si lo deseas muy fuerte... te tiras un pedo. Confórmate.

Tú también estás aquí, y duermes conmigo, aunque no lo sepas. Y a veces, en mi cama, en mi cabeza, indeseablemente, o no, somos tres.

Supongo que para ir a comerse el mundo, uno debe dejarse en casa el corazón y las expectativas.

se llueve más por dentro

 Las canciones no se impregnan en todos los rincones por igual.

¿Para qué quieres un escaparate de los de pa' que entres, si lo de dentro no es de lo de pa' que compres?

Me estás tocando las constelaciones.

Murieron felices y las perdices se los comieron a ellos.


 Dormir sería más productivo que seguir reprochando al pasado.

 No te histerices aún, Carmencita, los errores que cometer, no terminan nunca.

Normalmente me apetece dibujar corazoncitos, hoy me apetece destruirlos.

 Cada uno se arruina la vida con quién no le queda más remedio. ¿Amores o adversarios?

Deberíamos dar la vuelta a la sartén, y aprovechar para hacer de la invisibilidad un don. Invisibles y leales, somos gilipollas doblemente.

Caperucita quiere lobo. Lobo que sea lobo donde se tiene que ser lobo. y quitarse la caperuza. y enlobarse ella.

 ¿A dónde irá toda la ternura que no se regala?

 Jodido es el vicio huyendo de ti.

Hay quién quiere matar dos pájaros de un tiro, y yo prefiero que seamos pájaros, y escaparme contigo.

Qué frío este sin abrazos.

 Sólo mi insignificancia te da sentido como musa.

 Estamos hechos de amor, de dolor deshechos, y de complicidad reconstruidos.

Tú eres, yo soy contigo, pero nunca somos.

he soñado contigo, no sé qué, pero diría que llevo toda la vida soñando contigo.

Las mariposas del estómago, cuando son larvas.

En cada pinchazo, parece que en la punta de agujas y alfileres, llevara untado el nombre de alguien.

 Si no es pa' mordisquearte no me pringo en quererte.

Aquí, contando los por qués, porque no sé que otra cosa hacer con ellos.

 La casita del árbol está en mi cabeza.

I beer you.

Y las princesas fueron felices porque todos los sapos recuperaron su forma y volvieron al fango.

 Es el olor desagradable del aire espeso que se quedó en aquella habitación sin puerta, a donde nadie recordó volver.

 Feliz día de avergonzarse igual que cualquier otro.

Como en el caso del autor que se corona postmortem: La cicatriz es tan perfecta que le encantaría haber visto el resultado de su obra.

Nada, vosotros a vuestro Cortilandia cerebral.

Hoy hace justo el viento que debería traerte hasta mi.

Hace tanto frío ahí fuera que se está pareciendo a mi cama.

Hoy tengo los ojos color acurrúcate conmigo.

España la pelleja. La del lunar de Manola emborronao. La de la bata de arapocola. La que se vió siendo, y no fue más que una puta.


Boh... Necesito hacer cuadernillo Rubio de mandarte al carajo.

 Odio asomarme a ti, como a un pozo, y no verme.

Habría que olvidar como se olvidaba del reloj tu compañía. Habría que olvidar como se olvida el sueño del reloj.

 ¿Es que no te enteras de que el viento corre a tu favor, o soy yo quién no se entera, que siempre vuelvo hasta tu calle?

Quiero reencarnarme en música, y que siempre me lleves en los dedos o en la boca.

Algún día lo entenderás. O no. Y sea yo a quién aún le queda mucho por entender.

Eras una droga como otra cualquiera, de esas que te dejan siendo un adicto para toda la vida.

Un clinex. Tengo por aquí una manchita de resentimiento.