miércoles, 26 de diciembre de 2012

De niña...

Mi niña interior quiso burlar a los dioses siendo feliz, 
y fue condenada a la eterna caída de su helado.

De niña quería crecer para hacer cosas de mayores. 
De mayor, mi niña interior vive desilusionada por mi falta de coraje. 

tristezas cortas. como llegan se van, y vuelven...


Disimular que importa porque importa.

De tal callar tal tortura.

Póngame un café con autoestima, y con un sobrecito de ambición me vale.

Despacito y con buena letra tampoco se consigue nada, pero las búsquedas quedan más bonitas.

La materia ni se crea ni se destruye, solo se disimula con un vestido negro.

Vendo emociones para poder picar pedestales.

Me gusta la palabra Amor. Me gusta lo desconocido.

Una copa, una canción y otra vida para conocernos de nuevo.

Estas ganas parecen lunes. 

Entre -tu- líneas.

Esta noche, a las almohadas sordas invito yo.

Ayer al acostarme, volví a hablarle a mi almohada, aunque sorda. Hay quién solo se acuesta para dormir, ellos mudos y su almohada inerte. 

Monstruo de debajo de la cama, hazme un hueco. 

Sentir que caminas con quien más te quiere, más complejos te produce y más te roba el autoestima.

Esta noche, a los sueños nublados invito yo. 

Un café solo con indiferencia, por favor. 

Nunca llueve a gusto de todos, pero el "a quién moja" no es cuestión de gusto. 

Decíamos "para siempre" hasta desgastarle el sentido.

Niña, aun duermes a los pies del pasado. 

Ganar puntos canjeables por distancia.  Me acabé para ti.

Mi plato favorito del día después es el "por qué". 

¿Luchar no existe o es que no vale la lucha? Solo sé que supe, pero se me olvida. 

El narrador

Mi papel es el de mirar desde fuera, ser el narrador.

Comprendo que llegará el día en que nos digamos adiós, trato de encajarlo.
Mi papel es el de mirar desde afuera, ser un mero narrador, ser boca, ojos y oídos, nunca corazón.
Tengo facilidad para ver las probabilidades del resto de la gente, pero no las mías.
Trato de encajarlo, te irás, dejarás de necesitarme.

Llegado el día, tu serás un cobarde más, como quién anteriormente cayó en la cobardía y no supo enfrentarme, cobarde como aquel del que huí y por lo que hiciste de tu abrazo un mejor duelo. Esconderás tus progresos, tus nuevas ilusiones, serás egoísta para no romper con esto.

Llegado el día serás honesto, solo me queda pensar que sí, que serás honesto contigo, conmigo, habrás comprendido cual fue mi papel, cuanto callé. Llegará el día que comprendas que más daño no me corresponde, más nudos en la garganta tampoco, y que no puedes ser tú el que me haga más daño.
Me dejarás ir.

No importa si hubo besos, no importa la carne, porque se trató siempre de lazos, de leerse los gestos y de leerse los ojos.

Solo quiero ser una más.