Disimular que importa porque importa.
De tal callar tal tortura.
Póngame un café con autoestima, y con un sobrecito de ambición me vale.
Despacito y con buena letra tampoco se consigue nada, pero las búsquedas quedan más bonitas.
La materia ni se crea ni se destruye, solo se disimula con un vestido negro.
Vendo emociones para poder picar pedestales.
Me gusta la palabra
Amor. Me gusta lo desconocido.
Una copa, una canción y otra vida para conocernos de nuevo.
Estas ganas parecen lunes.
Entre -tu- líneas.
Esta noche, a las almohadas sordas invito yo.
Ayer al acostarme, volví a hablarle a mi almohada, aunque sorda. Hay
quién solo se acuesta para dormir, ellos mudos y su almohada inerte.
Monstruo de debajo de la cama, hazme un hueco.
Sentir que caminas con quien más te quiere, más complejos te produce y más te roba el autoestima.
Esta noche, a los sueños nublados invito yo.
Un café solo con indiferencia, por favor.
Nunca llueve a gusto de todos, pero el "a quién moja" no es cuestión de gusto.
Decíamos "para siempre" hasta desgastarle el sentido.
Niña, aun duermes a los pies del pasado.
Ganar puntos canjeables por distancia.
Me acabé para ti.
Mi plato favorito del día después es el "por qué".
¿Luchar no existe o es que no vale la lucha? Solo sé que supe, pero se me olvida.