martes, 8 de mayo de 2012

Diálogo

-Te contaré que fueron necesarios muchos años para acumular esta necesidad. Me conformé con seguirle desde que fuimos jóvenes, desde la sombra, desde lo que pareció repudio. Te diré que bastaron pocas palabras para creer que podría ser posible.

+Déjame decirte que admiras demasiado los detalles, los idealizas, siempre lo haces, levantas demasiado los pies de suelo, déjame decirte que te fascinas hasta la locura y descuidas tus gestos, palabras, y a ti misma para convertirte en un ser estúpido.

-No debería contarte entonces que la primavera llegó, que parecía acercarse, pero que vivo terribles mañanas nubladas, no tienen color ni canciones que las endulcen.

+Déjame decirte ahora, que lo que te pudo parecer cercano, pudieron ser espejismos, hay historias que acaban sin ni siquiera haberse escrito.

-Ahora te cuento que conocí anoche a otro, anoche alguien se atrevía a recordarme a él, y además es más guapo. ¿Podría una imitación ser mejor y más atractiva?. Pero... déjame rebatirme, que las imitaciones son eso, imitaciones.

+Déjame deducir y hacerte entender entonces, que a veces el "original" es más la historia que el personaje, que el pobre chico no pinta nada en su propia historia. Por cierto, ¿conoce él la historia?

Juegos de verano

Una noche de verano en su terraza, mi novio y yo estábamos totalmente ajenos a lo que pudiera ocurrir. Mucho juego de manos y bocas. Cuando oímos la puerta de la terraza, porque su madre se aburría bastante, y le gustaba cerciorarse de que su hijo era 'respetuoso' y cumplíamos con las normas de una casa digna, creímos tener tiempo para reponernos la ropa. Recuperando el papel de inmaculados, ambos entramos en la casa con una sonrisa falsamente ingenua.

Sé que ella nunca me tuvo gran estima, y he aquí un motivo para rechazarme desde el punto de vista de una mujer muy conservadora y molesta, si reparó en mi pequeño fallo... al entrar en la habitación descubrí ante el espejo como el pezón me asomaba por el escote.