-Te contaré que fueron necesarios muchos años para acumular esta necesidad. Me conformé con seguirle desde que fuimos jóvenes, desde la sombra, desde lo que pareció repudio. Te diré que bastaron pocas palabras para creer que podría ser posible.
+Déjame decirte que admiras demasiado los detalles, los idealizas, siempre lo haces, levantas demasiado los pies de suelo, déjame decirte que te fascinas hasta la locura y descuidas tus gestos, palabras, y a ti misma para convertirte en un ser estúpido.
-No debería contarte entonces que la primavera llegó, que parecía acercarse, pero que vivo terribles mañanas nubladas, no tienen color ni canciones que las endulcen.
+Déjame decirte ahora, que lo que te pudo parecer cercano, pudieron ser espejismos, hay historias que acaban sin ni siquiera haberse escrito.
-Ahora te cuento que conocí anoche a otro, anoche alguien se atrevía a recordarme a él, y además es más guapo. ¿Podría una imitación ser mejor y más atractiva?. Pero... déjame rebatirme, que las imitaciones son eso, imitaciones.
+Déjame deducir y hacerte entender entonces, que a veces el "original" es más la historia que el personaje, que el pobre chico no pinta nada en su propia historia. Por cierto, ¿conoce él la historia?