Gozo y tedio juntos en un solo órgano. Bailan y luchan dentro de mis vísceras. Ahora estoy yo, dice el sentimiento de júbilo, y saltas, gritas y lloras de risa, dices y haces cosas divertidas, no te arrepientes de estar ahí, de ser tú o de ser advertida. Ahora estoy yo, dice el hastío, cansado de miradas de rechazo, con interrogantes sobre las cabezas en los individuos que te rodean, no saltas, no gritas y no te ries, tu cuerpo estático y un gesto inevitablemente resignado, todo a tu alrededor se reduce a la arrogancia.Una amalgama de sensaciones discrepantes que te matan y te reavivan a cada instante. Un bombeo continuo de sangre que no conoce su dirección y que se revuelve y confunde porque no tiene salida. Un estruendo de voces interiores que son necesarias a la vez que impertinentes y asesinaría a ratos.Desconecto estas neuronas y me hago más pequeña hasta dormir, porque a veces es la única forma de equilibrio, hasta que aparecen los sueños que no son conscientes de que pueden crearme el más tormentoso placer o la mayor agonía.
domingo, 30 de octubre de 2011
bipo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario